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Aprender las lecciones del pasado te permite caminar con valentía en la luz sin correr el riesgo de tropezar en la oscuridad. Así es como debe funcionar. Este es el plan de Dios: padre y madre, abuelo y abuela enseñando a sus hijos; los hijos aprendiendo de ellos y luego convirtiéndose en una generación más justa a través de sus propias experiencias y oportunidades personales. Aprender las lecciones del pasado te permite construir tu testimonio personal sobre una base sólida de obediencia, fe y el testimonio del Espíritu.