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No tengas miedo, aunque cada estancia
se pierda o desaparezca,
y seas despojado de todo;
Pero piérdete en ese vasto mar,
el océano de la Deidad,
y todas tus preocupaciones caerán.
En la muerte que es la más profunda
Siempre se encuentra la vida más pura;
Entonces, ciegamente, ¡todo renuncia!
Quien no quiera perder, nunca encontrará;
Quien se hunde de sí mismo, ganará reposo,
que nadie más que él puede conocer.