Autores:
  • Vivimos rodeados de una apelación sistemática a un mundo de ensueño que toda realidad madura y científica rechazaría. Anunciamos, literalmente, nuestro compromiso con la inmadurez, la mendacidad y una profunda credulidad. Es como el sello distintivo de la cultura. Y se justifica por ser económicamente indispensable.

    John Kenneth Galbraith (2001). “The Essential Galbraith”, p.104, Houghton Mifflin Harcourt