-
Me propuse convertirme en el mejor amante de Viena, el mejor jinete de Austria y el mejor economista del mundo. Ay, las ilusiones de la juventud: como jinete, nunca fui realmente de primera categoría.
Me propuse convertirme en el mejor amante de Viena, el mejor jinete de Austria y el mejor economista del mundo. Ay, las ilusiones de la juventud: como jinete, nunca fui realmente de primera categoría.