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El que ama a Dios con todo su corazón no teme la muerte, ni el castigo, ni el juicio, ni el infierno, porque el amor perfecto da acceso seguro a Dios. Pero el que todavía se deleita en el pecado, no es maravilla si teme a la muerte y al juicio.
El que ama a Dios con todo su corazón no teme la muerte, ni el castigo, ni el juicio, ni el infierno, porque el amor perfecto da acceso seguro a Dios. Pero el que todavía se deleita en el pecado, no es maravilla si teme a la muerte y al juicio.