-
Los sueños rotos nunca son aleatorios. Siempre son una pieza de un rompecabezas mayor, un capítulo de una historia mayor. El Espíritu Santo utiliza el dolor de los sueños rotos para ayudarnos a descubrir nuestro deseo de Dios, para ayudarnos a empezar a soñar el sueño más elevado. Son oportunidades ordenadas para que el Espíritu despierte y luego satisfaga nuestro sueño más elevado.