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Iba al entrenamiento de natación, metía la cara en el agua y no tenía que hablar con nadie. La natación era como una vía de escape, pero también era como una enorme prisión porque sentía que tenía que nadar según los estándares de la gente.
Iba al entrenamiento de natación, metía la cara en el agua y no tenía que hablar con nadie. La natación era como una vía de escape, pero también era como una enorme prisión porque sentía que tenía que nadar según los estándares de la gente.