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Cada uno de nosotros nació para cumplir un propósito divino. A medida que abrimos nuestros corazones y mentes a una nueva forma de ser, el propósito de nuestras vidas se despliega orgánicamente.
Cada uno de nosotros nació para cumplir un propósito divino. A medida que abrimos nuestros corazones y mentes a una nueva forma de ser, el propósito de nuestras vidas se despliega orgánicamente.