Cuando Sir Winton Turnbull [que representaba a un gran escaño rural], un orador lento y a veces a trompicones, desvariaba y despotricaba sobre el aplazamiento y gritaba: "Soy un diputado rural". Interrumpí: "Lo recuerdo". Sir Winton no podía entender por qué, por primera vez en todos los años que llevaba hablando en la Cámara, hubo un aplauso sonoro e instantáneo de ambas partes.