-
Cada bebé que nace
no amado, no deseado, es una factura que vencerá
dentro de veinte años con intereses, una ira
que debe encontrar un objetivo, un dolor que
engendrará dolor. Una década más tarde, un niño
grita, una mujer cae, una sinagoga es incendiada,
se llama a un pelotón de fusilamiento, se pulsa un botón
y el mundo arde.