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Sólo podemos escapar del mundo superando al mundo. La muerte puede sacar al hombre del mundo, pero sólo la sabiduría puede sacar al mundo del hombre. Mientras el ser humano esté obsesionado por la mundanalidad, sufrirá las consecuencias Kármicas de las falsas lealtades. Sin embargo, cuando la mundanalidad se transmuta en Integridad Espiritual, es libre, aunque siga habitando físicamente entre las cosas mundanas.