No olvidemos que la democracia estadounidense empezó con "Nosotros el pueblo" acordando trabajar duro para crear "una unión más perfecta". Hemos perdido la idea de que la política empieza en casa, con lo que ocurre en las familias, en los barrios, en las aulas, en las congregaciones. Nosotros creamos esta democracia, y si queremos que esta democracia recupere sus valores más elevados, tenemos que ser nosotros quienes lo hagamos. Eso no sucederá si "Nosotros, el pueblo" no sabemos cómo hablar entre nosotros con civismo y mantener nuestras diferencias de forma creativa y vivificante.