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Cuando seas muy vieja, y te sientes a la luz de las velas al atardecer, hilando junto al fuego, dirás, mientras murmuras mis versos, con un asombro en los ojos: "Ronsard cantaba de mí en los días en que yo era hermosa".
Cuando seas muy vieja, y te sientes a la luz de las velas al atardecer, hilando junto al fuego, dirás, mientras murmuras mis versos, con un asombro en los ojos: "Ronsard cantaba de mí en los días en que yo era hermosa".