Un día, no tienes ganas de hacer nada. Nada te interesa, todo te aburre. Te sientes cada vez más vacío por dentro, más insatisfecho contigo mismo y con el mundo en general. Luego, incluso esa sensación desaparece y ya no sientes nada. Te vuelves completamente indiferente a lo que ocurre a tu alrededor... Te olvidas de reír y llorar, tienes frío por dentro y eres incapaz de amar a nada ni a nadie... No hay vuelta atrás... La enfermedad tiene un nombre. Se llama tedio mortal.