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Tras una mala apertura, hay esperanza para el medio juego. Después de un mal
medio juego, hay esperanza para el final. Pero una vez que estás
en el final, llega la hora de la verdad.
Tras una mala apertura, hay esperanza para el medio juego. Después de un mal
medio juego, hay esperanza para el final. Pero una vez que estás
en el final, llega la hora de la verdad.