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Cuando los terroristas atacaron los símbolos de nuestra unidad y fortaleza nacionales, no se dieron cuenta de que sólo eran símbolos de nuestra fuerza. La verdadera fuerza de nuestra nación proviene de nuestra gente, no de nuestros edificios.
Cuando los terroristas atacaron los símbolos de nuestra unidad y fortaleza nacionales, no se dieron cuenta de que sólo eran símbolos de nuestra fuerza. La verdadera fuerza de nuestra nación proviene de nuestra gente, no de nuestros edificios.