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Los juegos no se llevaban bien en mi casa. Había mucha disciplina y obediencia y había que ser muy señora. Las señoras no decían palabrotas y yo sigo sin hacerlo delante de mis padres.
Los juegos no se llevaban bien en mi casa. Había mucha disciplina y obediencia y había que ser muy señora. Las señoras no decían palabrotas y yo sigo sin hacerlo delante de mis padres.