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La naturaleza humana es la misma ahora que cuando Adán se escondió de la presencia de Dios; la conciencia del mal nos hace renuentes a encontrarnos con aquellos a quienes hemos ofendido.
La naturaleza humana es la misma ahora que cuando Adán se escondió de la presencia de Dios; la conciencia del mal nos hace renuentes a encontrarnos con aquellos a quienes hemos ofendido.