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"¿Y ahora tienes alegría?" "Sí, la tengo". "¿Y cómo la conseguiste?" "La elegí, la admití en mi vida, luego celebré su llegada a mi corazón. Hice mi celebración tan ruidosa y bulliciosa, que prohibí a toda melancolía asistir a la celebración".
"¿Y ahora tienes alegría?" "Sí, la tengo". "¿Y cómo la conseguiste?" "La elegí, la admití en mi vida, luego celebré su llegada a mi corazón. Hice mi celebración tan ruidosa y bulliciosa, que prohibí a toda melancolía asistir a la celebración".