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  • Cuando aprendes a resolver conflictos en la sala de juegos, los pones en práctica en el patio, y eso se queda contigo. Si tienes un hermano mayor combativo o físicamente intimidante, aprendes mucho sobre cómo enfrentarte a ese tipo de situaciones más adelante en la vida. Si eres un hermano mayor y tienes un hermano pequeño que necesita tutoría o tiene miedo a la oscuridad, desarrollas habilidades de crianza y empatía que de otro modo no tendrías.