-
Cualesquiera que sean los defectos o fallos personales que les aquejan, la inmensa mayoría de los sacerdotes y políticos son honorables y honrados, y tratan de vivir de acuerdo con sus creencias y servir a la sociedad.
Cualesquiera que sean los defectos o fallos personales que les aquejan, la inmensa mayoría de los sacerdotes y políticos son honorables y honrados, y tratan de vivir de acuerdo con sus creencias y servir a la sociedad.