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Porque amo a Dios, quiero manejar su verdad con precisión, claridad y especificidad. Quiero construir puentes de comprensión desde la sabiduría de la Palabra hasta los detalles de la vida de las personas. Y porque amo a las personas, no me conformaré con lanzarles granadas de verdad general. Más bien, a través de buenas preguntas, una escucha comprometida y una interpretación cuidadosa, entraré en su mundo con la comprensión necesaria para llevar la ayuda de Cristo allí donde realmente se necesita.