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La historia se vive hacia delante, pero se escribe en retrospectiva. Conocemos el final antes de considerar el principio y nunca podremos recuperar por completo lo que fue conocer sólo el principio.
La historia se vive hacia delante, pero se escribe en retrospectiva. Conocemos el final antes de considerar el principio y nunca podremos recuperar por completo lo que fue conocer sólo el principio.