La tipografía es el arte de dotar al lenguaje humano de una forma visual duradera y, por tanto, de una existencia independiente. Su núcleo es la caligrafía -la danza, en un escenario diminuto, de la mano viva y parlante- y sus raíces llegan a tierra viva, aunque sus ramas se cuelguen cada año con nuevas máquinas. Mientras viva la raíz, la tipografía seguirá siendo una fuente de verdadero deleite, verdadero conocimiento, verdadera sorpresa.