Cuando una persona termina la universidad, habrá realizado más de 2.600 pruebas, cuestionarios y exámenes. El planteamiento de la respuesta correcta se arraiga profundamente en nuestro pensamiento. Esto puede estar bien para algunos problemas matemáticos en los que, de hecho, sólo hay una respuesta correcta. La dificultad estriba en que la mayor parte de la vida no es así. La vida es ambigua; hay muchas respuestas correctas, dependiendo de lo que busquemos. Pero si crees que sólo hay una respuesta correcta, dejarás de buscarla en cuanto la encuentres.