-
Cuando escribes estás constantemente luchando contra demonios para sentarte y hacer lo que haces. Si escuchas las voces fuera de tu cabeza, además de las que tienes dentro, nunca conseguirás hacer nada. Ya hay suficientes luchas internas.
Cuando escribes estás constantemente luchando contra demonios para sentarte y hacer lo que haces. Si escuchas las voces fuera de tu cabeza, además de las que tienes dentro, nunca conseguirás hacer nada. Ya hay suficientes luchas internas.