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Ningún hombre puede tener algo mejor después de la fe que una mujer de carácter recto, amorosa y con hijos. Y ningún hombre puede tener algo peor después de la incredulidad que una mujer de mal carácter.
Ningún hombre puede tener algo mejor después de la fe que una mujer de carácter recto, amorosa y con hijos. Y ningún hombre puede tener algo peor después de la incredulidad que una mujer de mal carácter.