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El gran asunto, el asunto de amor con la vida,
es vivir tan diversamente como sea posible,
acicalar la curiosidad como un pura sangre de gran espíritu,
subir a bordo y galopar cada día sobre las colinas espesas y bañadas por el sol.
Donde no hay riesgo, el terreno emocional es llano e inflexible,
y, a pesar de todas sus dimensiones, valles, pináculos y desvíos,
la vida parecerá no tener nada de su magnífica geografía, sólo una longitud.
Comenzó en el misterio, y terminará en el misterio,
pero qué salvaje y hermoso país se encuentra en el medio.