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Me parece que gastamos la mayor parte de nuestras energías espirituales tratando de explicar por qué el Dios de Elías, Sansón, David y Pablo parece haber perdido su músculo en nuestra era moderna. ¿Se cansó de realizar heroicidades? ¿Se ha debilitado después de tantos años de dirigir todo este espectáculo universal? ¿Será verdad que Dios ha perdido su fuerza? Tal vez sería más exacto decir que Dios ha perdido a sus hombres.