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  • Recuérdennos en sus oraciones para que no nos cansemos de hacer el bien. Es difícil trabajar durante años con motivos puros, y todo el tiempo ser visto por la mayoría de aquellos a quienes dedicamos nuestras vidas como si tuviéramos algún objeto siniestro en mente. El trabajo desinteresado -la benevolencia- está tan fuera de su línea de pensamiento, que muchos nos miran como si tuviéramos algún objeto ulterior en vista; pero Aquel que murió por nosotros, y a Quien debemos imitar, hizo más por nosotros de lo que podemos hacer por cualquier otra persona. Soportó la contradicción de los pecadores. Deberíamos tener la gracia de seguir Sus pasos.