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Oh apacible mañana de octubre,
Tus hojas han madurado hasta la caída;
El viento de mañana, si es salvaje,
las destruirá todas.
Los cuervos sobre el bosque llaman;
Mañana pueden formarse e irse.
Oh silenciosa mañana de octubre,
Comienza las horas de este día lentamente.
Haz que el día nos parezca menos breve.
Corazones no reacios a ser seducidos,
Sedúcenos como tú sabes.
Suelta una hoja al amanecer;
Al mediodía suelta otra hoja;
Una de nuestros árboles, una lejana.