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Las vidas más dulces son aquellas que se casan con el deber, Cuyas acciones, tanto grandes como pequeñas Son hebras estrechamente entrelazadas de un hilo ininterrumpido Allí el amor lo ennoblece todo. El mundo no puede tocar trompetas, ni campanas El libro de la vida el registro brillante dice. Tu amor cantará sus propias bienaventuranzas Tras sus propios trabajos de vida. El beso de un niño puesto en tus labios suspirantes te alegrará; Un pobre servido por ti te hará rico; Un enfermo ayudado por ti te hará fuerte; Te servirás a ti mismo en todos los sentidos, Del servicio que prestes.