-
Hubo un tiempo en que el prado, la arboleda y el arroyo,
La tierra, y cada vista común,
A mí me parecían
Revestidos de luz celestial,
La gloria y la frescura de un sueño.
Hubo un tiempo en que el prado, la arboleda y el arroyo,
La tierra, y cada vista común,
A mí me parecían
Revestidos de luz celestial,
La gloria y la frescura de un sueño.