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  • El universo está conectado con la electricidad de Dios, y cada uno de nosotros es una lámpara. No importa el tamaño o la forma de la lámpara; sólo importa que esté enchufada. Con cada oración, cada pensamiento de perdón, cada meditación, cada acto de amor, nos conectamos. Cuantos más seamos, más se alejarán de nosotros las tinieblas del mundo. Hoy, ¡aumentemos todos la potencia del amor!

    FaceBook post byMarianne Williamson from Oct 01, 2010