Autores:
  • Dios es un hombre de negocios. Él no va a hacer negocios con alguien que no muestra ninguna señal de retorno potencial. Él invierte en personas que demuestran habilidad para manejar lo que Él les ha dado.

    T. D. Jakes (2002). “The Great Investment: Balancing. Faith, Family and Finance to Build a Rich Spiritual Life”, p.47, Penguin