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Cuando un niño de la calle se presenta ante ti en harapos, con la cara manchada de lágrimas, no puedes olvidarlo fácilmente. Sin embargo, no sabes qué hacer. Es difícil intervenir en el alma humana. Dudas hasta dónde debes llegar.
Cuando un niño de la calle se presenta ante ti en harapos, con la cara manchada de lágrimas, no puedes olvidarlo fácilmente. Sin embargo, no sabes qué hacer. Es difícil intervenir en el alma humana. Dudas hasta dónde debes llegar.