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Los egos masculinos requieren constantes caricias. Cada tarea es un logro, cada éxito una epopeya. Por eso las mujeres cocinan, pero los hombres son chefs: nosotras hacemos tostadas de queso, ellos producen pain de fromage.
Los egos masculinos requieren constantes caricias. Cada tarea es un logro, cada éxito una epopeya. Por eso las mujeres cocinan, pero los hombres son chefs: nosotras hacemos tostadas de queso, ellos producen pain de fromage.