Como los dioses hindúes sólo son "inmortales" en un sentido muy particular -porque nacieron y mueren-, experimentan la mayoría de los grandes dilemas humanos y a menudo parecen diferenciarse de los mortales en algunos detalles triviales... y de los demonios aún menos. Sin embargo, los hindúes los consideran una clase de seres por definición totalmente distintos de los demás; son símbolos de una forma que ningún ser humano, por muy "arquetípica" que sea la historia de su vida, puede llegar a ser. Son actores que interpretan papeles que sólo son reales para nosotros; son máscaras tras las que vemos nuestros propios rostros.