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La larga marcha El Ejército Rojo no teme las dificultades de la marcha, la larga marcha. Diez mil aguas y mil montañas no son nada. Las Cinco Sierras serpentean como pequeñas olas, las cumbres de Wumeng se derraman sobre la llanura como bolas de arcilla. Los acantilados bajo las nubes son cálidos y bañados abajo por el río Arena de Oro. Las cadenas de hierro son frías y llegan hasta el río Tatu. Las lejanas nieves de Minshan sólo nos alegran y cuando el ejército se abre paso, todos reímos. Octubre de 1935