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Dios nos ha dado a cada uno de nosotros nuestra "orden de marcha". Nuestro propósito aquí en la Tierra es encontrar esas órdenes y llevarlas a cabo. Esas órdenes reconocen nuestros dones especiales.
Dios nos ha dado a cada uno de nosotros nuestra "orden de marcha". Nuestro propósito aquí en la Tierra es encontrar esas órdenes y llevarlas a cabo. Esas órdenes reconocen nuestros dones especiales.