-
Medidos por los estándares de los hombres de su tiempo, [los peregrinos] eran los humildes de la tierra. Medidos por los logros posteriores, eran los poderosos. En apariencia débiles y perseguidos llegaron -- rechazados, despreciados -- una banda insignificante; en realidad fuertes e independientes, una hueste poderosa de la que el mundo no era digno destinada a liberar a la humanidad.