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El mero hecho de tocar ese viejo árbol me conmovió de verdad, porque cuando tocas estos árboles, tienes una sensación tan intensa del paso del tiempo, de la historia. Es como si tocaras la esencia, la sustancia misma de la vida.
El mero hecho de tocar ese viejo árbol me conmovió de verdad, porque cuando tocas estos árboles, tienes una sensación tan intensa del paso del tiempo, de la historia. Es como si tocaras la esencia, la sustancia misma de la vida.