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  • No hay paralelismos con la vida de los campos de concentración. Todos los paralelismos aparentes crean confusión y desvían la atención de lo esencial. Los trabajos forzados en prisiones y colonias penales, el destierro, la esclavitud, todo parece por un momento ofrecer comparaciones útiles, pero un examen más detenido no lleva a ninguna parte.

    Hannah Arendt (1951). "La carga de nuestro tiempo"