La Oración de Examen produce en nosotros la gracia inestimable del autoconocimiento. Ojalá pudiera explicarte adecuadamente cuán grande es esta gracia. Desgraciadamente, los hombres y mujeres de hoy no valoran el conocimiento de sí mismos como lo han hecho todas las generaciones precedentes. Para nosotros reina el conocimiento tecnocrático. Incluso cuando perseguimos el autoconocimiento, con demasiada frecuencia lo reducimos a una búsqueda hedonista de la paz y la prosperidad personales. ¡Qué pobres somos! Incluso los filósofos paganos eran más sabios que esta generación. Sabían que no valía la pena vivir una vida sin examen.