-
Compuesto por las glorias de las gemas más preciosas, describirlo es una cuestión de dificultad inexpresable. Porque hay entre ellas el fuego más suave del rubí, el rico púrpura de la amatista, el verde mar de la esmeralda, y todas brillan juntas en una unión indescriptible. Otros, por un excesivo realce de sus matices, igualan todos los colores del pintor, otros la llama del azufre ardiente, o de un fuego avivado por el aceite.