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Lo insidioso del miedo al qué dirán los demás es que rara vez les oyes decirlo. Te imaginas lo que dirían. Imaginas que les importas tanto. La fragilidad de nuestro propio ego se apodera de nosotros.
Lo insidioso del miedo al qué dirán los demás es que rara vez les oyes decirlo. Te imaginas lo que dirían. Imaginas que les importas tanto. La fragilidad de nuestro propio ego se apodera de nosotros.