Autores:
  • Si yo era poeta, lo había llegado a ser porque la poesía, más intensamente que ninguna otra práctica, no podía eludir su anacronismo y su marginalidad y, por tanto, constituía una especie de reconocimiento de mi propia ridiculez, admitiendo mi mala fe de buena fe, por así decirlo.

    Ben Lerner (2012). “Leaving the Atocha Station”, p.58, Granta Books