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Si uno ha estado cerca de lo sagrado -alguna vez ha rozado lo sagrado- lo conserva más en los huesos que en la cabeza; y si no lo ha estado, ninguna descripción de la experiencia será nunca satisfactoria.
Si uno ha estado cerca de lo sagrado -alguna vez ha rozado lo sagrado- lo conserva más en los huesos que en la cabeza; y si no lo ha estado, ninguna descripción de la experiencia será nunca satisfactoria.