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Describo lo que está ocurriendo como "fascismo alimentario" porque este sistema sólo puede sobrevivir mediante el control totalitario. Con las patentes sobre semillas, se manipula un sistema legal ilegítimo para crear monopolios de semillas. Las leyes sobre semillas que exigen uniformidad -que criminalizan la diversidad y el uso de semillas de polinización abierta- son fascistas por naturaleza. Demandar a los agricultores tras contaminar sus cultivos, [...] es otro aspecto de este fascismo. Las leyes pseudohigiénicas que criminalizan la comida local y artesanal son fascismo alimentario. Y los ataques a los científicos y el silenciamiento de la investigación independiente [...] son ejemplos de fascismo del conocimiento.