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Las aflicciones, como los billetes y las picas, hacen un espectáculo terrible cuando no pueden alcanzarnos; pero las tentaciones de la prosperidad, como balas invisibles, nos hieren y matan antes de ser discernidas.
Las aflicciones, como los billetes y las picas, hacen un espectáculo terrible cuando no pueden alcanzarnos; pero las tentaciones de la prosperidad, como balas invisibles, nos hieren y matan antes de ser discernidas.